Reducción de emisiones de metano: una necesidad urgente para frenar el cambio climático

Aunque hoy en día estamos en una etapa de transición energética para llevar al planeta a un ritmo sostenible, aún nos queda mucho por hacer. El informe anual de la AIE (Agencia Internacional de la energía) sobre las emisiones de metano muestra que el sector energético generó casi 135 millones de toneladas de emisiones de metano el año pasado con un aumento ligeramente superior al del año anterior. La AIE también afirma que el 75% de estas emisiones podrían reducirse con tecnologías ya existentes como sistemas de captura y almacenamiento.

El sector de la energía es responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones de metano y el informe destaca que el 75% de estas emisiones podrían reducirse con tecnologías ya existentes. Aproximadamente 260.000 millones de metros cúbicos de metano se pierden cada año en la atmósfera debido a las operaciones de extracción de gas y petróleo, y tres cuartas partes de esa cantidad podrían retenerse y salir al mercado invirtiendo solo el 3% de los ingresos anuales de las compañías de petróleo y gas de todo el mundo. Este gas se libera al escaparse de los yacimientos subterráneos una vez comienza el proceso de extracción, aunque gran parte de su liberación también yace en la propia quema de gas natural.

¿Cómo afecta el metano al calentamiento global?

El metano es uno de los principales gases de efecto invernadero y es responsable de alrededor del 30% del aumento de la temperatura global desde el inicio de la Revolución Industrial. Como este gas se disipa mucho antes que el dióxido de carbono (CO2), evitar las fugas tendría un efecto rápido en la limitación del calentamiento global.

¿Qué se está llevando a cabo para frenar su uso?

Los países que representan el 45% de las emisiones mundiales de metano se comprometieron en noviembre de 2021 a reducirlas en un 30% para 2030. La AIE considera «crítico» que estos países pongan en marcha «estrategias y medidas pragmáticas» para hacer realidad estos compromisos y también convencer a otros que no se han sumado a la iniciativa.

Resumiendo, el llamado de la AIE para reducir las emisiones de metano es urgente y necesario para combatir el cambio climático. Se deben tomar medidas prácticas y usar tecnologías existentes para reducir estas emisiones y evitar que el calentamiento global siga aumentando. Además, es fundamental que los países que se han comprometido a reducir las emisiones de metano cumplan con sus promesas y animen a otros a unirse a la iniciativa.